M. C. Junto a la campañas de seguridad en la construcción, las de pesqueros y mercantes, la de grandes empresas, la de prevención de trastornos musculoesqueléticos y la de evitar riesgos por el amianto, la Inspección de Trabajo de Asturias también va a desarrollar este año una campaña de control de las condiciones de trabajo en marmolerías y en empresas de colocación de derivados de cuarzo o de sílice (como el silestone) en cocinas o baños, ante el riesgo que tienen de contraer silicolis por la inhalación de polvo de sílice cristalina.
La enfermedad respiratoria, tradicionalmente asociada al trabajo en la mina, se puede contraer también por trabajar sin las adecuadas medidas de protección en marmolerías y empresas de colocación de cualquier derivado del cuarzo o sílice cristalina, según explicó ayer el jefe de la unidad especializada de seguridad y salud laboral en la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Asturias, Alejandro Cabrero Díaz. Cabrero fue uno de los ponentes en la jornada de clausura del VII Foro de Prevención de USO Asturias, que se celebró en la Universidad Laboral.
Este mando de la Inspección de Trabajo comenzó desgranando a los asistentes la nueva Ley que ordena la Inspección de Trabajo, promulgada en julio del año pasado. También se refirió a que «la prioridad del Gobierno es la estabilidad presupuestaria».
Eso queda patente en la nueva ley, que destina a todos los subinspectores y a muchos inspectores de trabajo a «la lucha contra el fraude, la economía sumergida y el empleo irregular», lo que se traduce en un aumento de la recaudación de las arcas públicas al hacer aflorar economía sumergida.
Cabrero también hizo una alusión a la ponencia que le precedió, sobre las normas de seguridad en maquinaria industrial, apuntando que «hay empresas en Asturias que han hecho sus propias máquinas y ha habido accidentes de trabajo con ellas, que ha dejado a trabajadores tetrapléjicos», sin desvelar el nombre de las empresas.
El VII Foro de Prevención de USO fue clausurado ayer por el director general de Trabajo, Antonio González Fernández, quien resaltó que a pesar de las mejoras en seguridad en los últimos años «seguimos teniendo accidentes, casi todos evitables, cuanto más graves más tontos habitualmente. De esto tenemos que aprender algo, que cada día hay que tomarlo como un día nuevo en el que lo hecho el día anterior es agua pasada. El ‘no accidente’ de ayer para hoy puede suponer una satisfacción, pero nada más, no es garantía de que hoy no podamos sufrirlo», ante lo que destacó que los sindicatos tienen «un papel fundamental» concienciando a los trabajadores y exigiendo a los empresarios.